
[Por :: Valentín García]
¿Han visto ese comercial de cerveza en el enumeran todas las cosas que se tienen qué hacer para lograr que una película llegue a las salas de cine? Es muy bueno y te hace pensar en muchas cosas, pero principalmente a mí me hace reflexionar que si es tan complicado lograr una cinta, ¿por qué en muchas ocasiones no le meten tantititito más trabajo para lograr que no sea una más del montón?

Y me cuestiono esto tras ver películas como Linterna Verde, John Carter o Wrath of Titans. Siendo cintas que generan expectativas, que cuentan con el apoyo de las productoras que invertirán millones de dólares en ellas; en el que no sólo trabajan los maquillistas, luces y cámaras obligados, sino que además tienen que meterle diseños más complicados para generar planetas, extraterrestres o animales mitológicos, por qué si ya le metieron tanto esfuerzo y dinero, no buscan también pulir los diálogos o incluir alguna escena que sea memorable.

Una forma de saber que una película impactó al público es que tenga alguna escena parodiable [ya sea una cabeza de caballo en una cama, o un close up a un vaso de agua que se agita ante las pisadas cercanas de un T-Rex]; sin embargo, en los últimos años éstas escenas han brillado por su ausencia.
Lo mismo sucede con las frase clásicas del cine, ¿cuántos "You had me at hello" o Ezequieles 25-17 tenemos en los últimos 10 años? Claro, habrá algunas excepciones a la regla como "This is Sparta!" o "Why so serious?", pero cada vez son más escasas - lo cuál es muy notorio en las películas de verano a las que se les invierte mucho y terminan siendo desechables.

Y hablando de quejas, la de este lunes ya se agotó así que yo me regreso a dormir, que es muy temprano para andar posteando estas cosas.
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